Esa noche fue perfecta: se levantó, le dio de comer, la cambió, la acostó en su cuna y se volvió a dormir. A la mañana, llegó su hijo Felipe a saltar a su cama. Eran las nueve de la mañana de un lunes. Se despertó y el primer pensamiento que la despabiló fue de inquietud: le parecía raro que Francisca, su hija de apenas dos meses, no se haya despertado. La cuna estaba al lado de la cama matrimonial. Giró y la alzó. No respiraba. “Y encuentro que estaba sin vida: el terror de todas las mamás ”, describe Laura.

Tiene 31 años, vive en San Isidro y es mamá de Felipe, de tres años y medio, y de Faustino, de apenas siete meses. Fue la mamá de Francisca durante 37 días, hasta que la bebé, el 15 de abril de 2024, tuvo una muerte súbita. La vida antes de ese día, la vida durante ese día y la vid

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