Por: Jesús Gonzalo Martínez C.*
Es posible que una de las mayores preocupaciones en los últimos años de parte de quienes regentan y ejercen la práctica de la formación de la niñez en Colombia sea el proceso de la lecto-escritura y es que los vacíos y deficiencias en este campo inciden en forma determinante en la calidad de la educación que recibe el niño en el aula escolar y que luego se evidencia en las enormes dificultades a las que se ve obligado a enfrentar en su carrera de formación en un campo específico del conocimiento.
El poco interés por la lectura en el pueblo colombiano es un mal imposible de ocultar o ignorar, mal endémico que produce el fracaso de muchos profesionales que no alcanzan a dotar su cerebro del suficiente contenido en conocimiento y poder motor de la razón pa

LA PRENSA ORIENTE

The Atlantic
NBC News NFL
The Conversation
The Columbian Politics
The Scioto Post