Ya es habitual que los derbis entre Osasuna y la Real Sociedad sean excusas para vivir jornadas de fiesta y hermandad entre ambas aficiones. En la jornada de este sábado, rojillos y txuriurdines coparon las calles de Pamplona en un ambiente divertido de cordialidad, buen rollo y todo de manera muy sana.

En la calle San Nicolás, uno de los nervios principales del Casco Viejo, el ambiente era especialmente llamativo . Allí, los seguidores de la Real Sociedad se habían ido concentrando de forma espontánea, como si todo el mundo supiera que ése era el punto de encuentro no oficial. Las terrazas estaban llenas de camisetas rayadas, bufandas ondeando al aire y grupos de aficionados que cantaban con alegría mientras levantaban vasos de sidra, cerveza o lo que cada uno tuviera a mano.

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