El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, buscó en los últimos días un mayor apoyo de sus socios europeos al tiempo que enfrentaba una intensa presión de Washington para aceptar un acuerdo de paz con Rusia considerado desfavorable para Kiev. Su posición se vio debilitada por un reciente escándalo de corrupción que involucró a varios ministros y que derivó en exigencias de cambios dentro de su equipo.

Pese a las críticas internas, la mayoría de los ucranianos a

tendió su llamado a la unidad mientras su delegación se preparaba para viajar a Ginebra, donde emprendería nuevas negociaciones para suavizar las condiciones impuestas por el plan estadounidense. Entre los puntos más polémicos figuraba la propuesta de ceder territorios en Donbás y reconocer la ocupación rusa en Crimea.

Analista

See Full Page