El estrés puede provocar cambios significativos en los hábitos alimenticios, haciendo que algunas personas coman en exceso mientras que otras pierden el apetito. Estas respuestas pueden ser comprendidas a través de la interacción entre el sistema gastrointestinal y el cerebro, como lo explica la neuro-oftalmóloga Dr. Mithu Storoni, autora de los libros Stress-Proof y Hyperefficient .

El estrés crónico puede afectar de manera negativa el metabolismo del cuerpo, aumentando el riesgo de diabetes y sobrepeso. La producción elevada de glucosa y la resistencia a la insulina son efectos comunes en individuos que sufren de estrés prolongado, afirma la profesora Rajita Sinha, psicóloga clínica y directora fundadora del Centro Interdisciplinario para el Estrés de la Universidad de Yale, re

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