Los aficionados a contemplar las luces navideñas de Barcelona, que haberlos haylos, suman semanas muy excitados. Barcelona enchufó este sábado por la tarde una ornamentación que supone una revolución con respecto a los últimos años. Los tinglados colgados en off en muchos viales desde hace semanas no hacían otra cosa que anticipar las sorpresas.
La verdad es que la ceremonia del encendido en el corazón del paseo de Gràcia fue la más espectacular de todas las vistas en el eje más señorial de la ciudad, espectacular, acrobática, emotiva y por momentos vertiginosa. Esta vez el alcalde Jaume Collboni sí que apretó el botón rojo, alalimón con su homólogo en Belén, Nicola Canawati. La Guardia Urbana calculó que unas 46.000 personas asistieron a la cita. La sucesión de pantallas gigantes permiti

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