En los últimos días, la Policía de la Ciudad quedó envuelta en un escándalo inesperado que excedió los marcos institucionales. Una oficial de la fuerza —identificada por sus iniciales, N.V.— fue apartada preventivamente de sus funciones luego de que se detectara que utilizaba su uniforme reglamentario para publicar contenido de tono sexual en sus redes sociales.

Según fuentes consultadas, la agente compartía fotos y videos en los que aparecía caracterizada como una “agente hot”, material que circuló rápidamente y generó preocupación en la conducción policial por el uso indebido de la indumentaria oficial y la exposición pública de la fuerza.

Las autoridades iniciaron actuaciones internas para determinar el alcance de lo ocurrido y evaluar posibles sanciones administrativas mientras la of

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