Se podría llamar Andrés , Manuel o Ernesto . Prefiere no decir su nombre, pero sí que es de Gijón y que tiene 57 años. También que llegó al Albergue Covadonga de Gijón, un centro de atención a personas en situación de sinhogarismo , a finales de octubre, cuando se vio en la calle; tras agotar sus ahorros.

Atrás hay una historia y una trayectoria laboral como comercial como la de cualquier persona, con más de 30 años cotizados , que dio un giro de 180 grados hasta llevarle a su situación actual.

EFE/ Paco Paredes

Oficina del Servicio Público de Empleo del Principado de Asturias

Una enfermedad diagnosticada hace unos años fue el punto de inflexión que lo cambió todo: " Yo en mi vida pensé que podía pasar algo así ", ha confesado. Tras la enfermedad, se quedó en el paro

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