Nacida en Armenia Mantequilla, la profesora Gloria Estela Quiceno recuerda que en el edificio de la actual Casa de la Cultura estuvo el primer convento de ese municipio del occidente de Antioquia. Luego, con los años, allí funcionó una casa para los estudiantes de las zonas rurales que iban a estudiar en el casco urbano. Ahora, en uno de los salones del edificio remodelado con dineros del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia (ICPA), los martes y los jueves, de dos a cuatro de la tarde, ella da clases de pintura y manualidades. Sus enseñanzas las reciben los padres y sus hijos. “Mis clases son familiares: el papá o la mamá debe acompañar el trabajo de los niños”, dice la profesora Quiceno, cuya casa, a dos cuadras de aquí, es un museo personal.
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