Los procesos electorales siempre colocan a las sociedades democráticas ante decisiones que marcan su rumbo. Son momentos en los que se condensan expectativas, frustraciones y esperanzas, y en los cuales cada persona proyecta su idea de futuro.
En el Perú, sin embargo, esa intensidad ha terminado demasiadas veces convertida en confrontación y polarización exacerbada. Y justamente porque las elecciones son cruciales para la vida de cada ciudadano, es necesario reconocer que la polarización nace de las conductas, emociones y hábitos cívicos.
El país ya ha visto cómo la crispación electoral fractura familias, bloquea conversaciones y convierte la política en un campo de batalla permanente que empeora la calidad de la convivencia. No obstante, la tensión no es un destino inevitable.
La ciud

La República

Noticias de Perú
Raw Story
Newsweek Top
Salon
NFL Pittsburgh Steelers
People Top Story
Atlanta Black Star Entertainment
The Blade