El reloj, de 18 quilates, fue recuperado del cuerpo de Straus tras el naufragio del 14 de abril de 1912 y devuelto a su hijo Jesse. Durante más de 110 años permaneció en manos de descendientes de la familia, hasta que finalmente llegó a la casa de subastas Henry Aldridge & Son, en Devizes, Inglaterra, considerada líder mundial en piezas del Titanic.

Pieza histórica marcada por el destino

La joya lleva grabadas las iniciales de Straus y la fecha 6 de febrero de 1888, día de su cumpleaños número 43 y año clave en el que él y su hermano Nathan se convirtieron en socios plenos de Macy’s, los legendarios almacenes de Nueva York.

La subastadora describió el reloj como “uno de los objetos del Titanic más importantes e icónicos jamás ofrecidos”, una afirmación respaldada por el récord histórico

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