Los vecinos de Meaño ya están acostumbrados. En este municipio pontevedrés de poco más de cinco mil habitantes, un escaparate de lencería se convierte cada año en un espacio reivindicativo.

Los maniquíes son sustituidos por mujeres reales . Sí, han leído bien. C uerpos diversos, cicatrices, curvas, marcas del tiempo y una historia . La iniciativa nació hace cuatro años en Sensualtissé, el comercio de lencería que Cristina Rey regenta en Dena. Lo que empezó como una reacción espontánea contra los cánones rígidos de la industria, se ha consolidado como un proyecto de autoestima y sororidad . "Las clientas me decían que teníamos que enseñar lo que hacíamos aquí: sesiones de tallaje, modelos para todas, tallas grandes. Un día pensé: ¿por qué no mostrar a las mujeres tal como son?", rec

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