Es habitual ver en Comodoro Rivadavia y la región a grupos de mujeres y hombres ataviados con ropa deportiva y zapatillas vistosas que no paran de correr contra el viento que a veces corta la cara. Es posible que quienes se trasladan bajo el reparo de un colectivo o un auto piensen : “¿Qué les pasa? ¿No tienen otra cosa que hacer? ¿Nadie los espera en su casa?” . La respuesta es simple: con su vida privada, que hagan lo que quieran, pero el dato interesante es que estas personas, a cada paso, le suman salud a su cuerpo.

Y claro, no faltará quien aporte a estos párrafos: «son modas», «no todos pueden correr», etc. Puede ser; todas las opciones son válidas y deben analizarse dentro del contexto adecuado. Para derribar algunos mitos, o por lo menos para pensar en qué se podría hacer par

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