Luján descubrió el yoga facial durante la pandemia, casi por casualidad. Lo que no imaginaba era que, tras ser despedida de la empresa petrolera donde trabajó durante siete años, esa práctica que inició como un pasatiempo terminaría convirtiéndose en su principal sostén económico y en la oportunidad que necesitaba para salir adelante.

Curiosa por naturaleza, apasionada por los deportes y fascinada por el cuidado personal, Luján Busader siempre encontró motivos para seguir formándose. Estudió la Licenciatura en Saneamiento y Protección Ambiental en la Universidad del Comahue y, movida por su interés constante en aprender, continuó capacitándose en distintas áreas vinculadas al bienestar, desde entrenamiento personal hasta coaching ontológico.

Cuando quedó embarazada de su hi

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