Lo que inició como un intento por enseñar boxeo a los muchachos del sector terminó convirtiéndose e n un refugio deportivo que ha formado a jóvenes que hoy se abren paso en el mundo.

Por: Climaco Rojas Atencio

Conocer a Carlos Arrieta Monterrosa es entrar a un mundo que respira sudor, esperanza y terquedad de la buena. Lo encontramos en su pequeño gimnasio si es que puede llamarse así porque el espacio modesto, caliente y sin lujos solo es el cascarón donde él ha levantado lo que realmente importa: boxeadores, disciplina y carácter. Allí, su ring de boxeo ‘El Gallo’ funciona desde el patio de su casa.

El entrenador habita esa vivienda con su esposa y una decena de caninos, en un rincón del barrio donde muchos no encuentran salida. Sin embargo, él insiste en abrir puertas a punta de jab

See Full Page