Maximiliano Ariel Vallejo —conocido en ámbitos financieros simplemente como Ariel Vallejo— se convirtió en el centro de una investigación que mezcla negocios, poder político y vínculos con el fútbol argentino. Su empresa, Sur Finanzas, pasó de ser una pequeña firma barrial a construir una estructura con múltiples sucursales, servicios digitales y relaciones con clubes de primera división. Ese crecimiento acelerado hoy está bajo un fuerte escrutinio judicial y fiscal que apunta a presuntas maniobras de lavado de dinero, uso de prestanombres, movimientos irregulares en criptomonedas y posibles pagos de coimas.

Vallejo inició su actividad con apenas tres empleados en la zona sur del conurbano. En pocos años, Sur Finanzas sumó locales, servicios de préstamos, cambio de divisas, cajas de segur

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