Los expertos aseguran que si otra persona o grupo de personas comete un error podemos llegar a sentir vergüenza ajena, ya que basta con que consideremos que esa conducta es digna de avergonzar para sentirla. Se trata de una emoción empática, ya que nos ponemos en la piel de la otra persona.

Escuchando los debates entre PP y PSOE a cuenta de la corrupción, la he experimentado en su máxima expresión. Y reconozco que la siento más por los míos, como simpatizante y votante socialista, que en los últimos tiempos les apoyo de manera casi absoluta.

Que hablemos de la corrupción de la derecha en Almería el mismo día que copan las portadas de los periódicos y los informativos el demoledor informe de la UCO sobre el caso Cerdán (a partir de ahora así debemos denominarlo y no Koldo), es para sentir

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