Hong Kong ha sido testigo este miércoles del potente olor a plástico quemado y la imagen imborrable de siete torres residenciales convertidas en cenizas. El complejo público Wang Fuk Court, en Tai Po del distrito Nuevos Territorios, ha sufrido el incendio más mortífero y destructivo desde 2008. Por el momento, el balance oficial es de al menos 36 fallecidos, quince heridos en estado crítico y 279 desparecidos. Ocho horas después de declararse el fuego, los bomberos aún no habían logrado controlarlo por completo.
Todo comenzó a las 14:51 horas locales en el andamiaje de bambú que envolvía el bloque Wang Cheong House por unas obras de rehabilitación exterior valoradas en 330 millones de dólares hongkoneses (unos 36,6 millones de euros). Algo prendió la malla plástica que recubre el b

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