Cuando se sufre un episodio de estrés agudo, el sistema nervioso ataca células de los folículos pilosos de la piel, que mueren y pierden la capacidad de regenerar el cabello. Aunque estas células se recuperan y un tiempo después el cabello vuelve a crecer, el ataque del sistema nervioso activa el sistema inmune, que atacará en un futuro las células de los folículos pilosos si se vuelven a sufrir episodios de estrés.

“Un único episodio de estrés no solo causa daños inmediatos, sino que también predispone al tejido a futuros ataques autoinmunes”, escriben los autores del descubrimiento en la revista Cell , donde hoy presentan sus resultados .

La investigación revela un mecanismo hasta ahora desconocido por el que el estrés puede provocar reacciones autoinmunes en personas sanas. “Al de

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