El Real Madrid volvió a saborear la victoria, la primera en Atenas en Champions, en un duelo en el que los cuatro tantos de Mbappé evitaron la tragicomedia blanca. El póker goleador de Kylian, con la complicidad de un incontenible Vinícius, salvó al Madrid en un partido que comenzó perdiendo y en el que terminó pidiendo la hora encerrado en su área con una defensa de papel. Lo mejor fue el resultado, porque defensivamente volvió a desmoronarse y futbolísticamente Valverde, Camavinga o Bellingham siguen ofreciendo su versión más mediocre.

Se plantó en Atenas el Madrid convertido en una caja de ruidos en la que Xabi puso el foco en los jugadores. Mientras Mendilibar mandó a Olympiacos apretar arriba suicidamente, consciente de la zaga de circunstancias del Madrid, que regalaba balones e

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