El Servicio de Impuestos Internos (SII) ha dado un paso decisivo en la modernización de sus mecanismos de fiscalización, utilizando información bancaria para detectar eventuales subdeclaraciones de IVA por más de $3.700 millones. A través de la Declaración Jurada 1959 que obliga a las instituciones financieras a reportar cuentas que reciben un alto volumen de abonos, el SII identificó 109 casos preliminares donde los ingresos percibidos no coincidirían con lo declarado. Este hecho confirma una realidad evidente: en un ecosistema digital, los datos hablarán antes que cualquier formulario.

La fiscalización tributaria ya no se limita a lo que el contribuyente informa, sino que incorpora el comportamiento financiero real como insumo principal. Este enfoque, propio de administraciones tributar

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