Que Perú haya tenido once presidentes en 25 años y que ocho de ellos hayan sido investigados por corrupción, con cuatro condenados mientras otro se encuentra en proceso por la misma causa, evidencian que este mal endémico arraigado en lo más alto del poder minó la confianza ciudadana en la política, por lo que el panorama para la presidencial del próximo 12 de abril es apático e incierto.

La volatilidad política en el poder se volvió una constante desde que, en el 2000, fue destituido Alberto Fujimori (q.e.p.d) por varios escándalos, entre ellos las masacres de los Barrios Altos y La Cantuta, así como secuestros tras el autogolpe de 1992, por lo que fue condenado a 25 años de prisión (en 2009). Cuando le restaba una década de prisión, fue objeto de un polémico indulto humanitario y meses

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