La regidora priísta Rosy Carmona, con la capa al viento, presentó su iniciativa como si fuera una llave de ahorcate, pero lo que no sabía es que en la esquina contraria le esperaba un contrincante listo para aplicarle una plancha.

Cuando el regidor Hugo González salió de tercera al cuadrilátero y le soltó el dardo de que el "Prian" no se informaba ni estudiaba el tema, la señora Carmona se plantó en medio del encordado más furiosa que luchadora a la que le acaban de arrancar la máscara.

Exigió que le dijeran "PRI" a secas, con nombre y apellido, como si fuera su nombre de batalla. Mientras ella echaba el discurso de su vida, González, más fresco que rudo en función de títeres, se limitó a sacar su celular con una sonrisa que decía "ya me sacó del cuadrilátero".

Pero la función no termin

See Full Page