“La finalidad de una casa es la de proporcionar una vida agradable y cómoda, sería un error valorar en exceso un resultado exclusivamente decorativo”. Lo dijo la arquitecta brasileña Lina Bo Bardi y Roberto (que prefiere no aparecer con su nombre real), a sus 65 años, la ha hecho suya en el sentido más literal. Este sevillano ha puesto su vivienda a trabajar para que cada mes le proporcione unos euros extra. Le sirven para completar una “pensión de jubilación que es buena, pero limitada. Ahora tengo prácticamente dos pensiones y puedo vivir como cuando trabajaba. Que no es una vida de grandes lujos, pero sí me permite no renunciar a viajes o a planes con amigos, que quiero seguir haciendo porque yo me veo bien, joven y soy muy activo. Me gusta hacer muchas cosas.”

Lo que nos cuenta Robert

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