El Arsenal es el favorito para ganar la Champions League. Lo dicen los números, siendo el único con pleno de victorias tras cinco jornadas, pero también las sensaciones. Pasó por encima de todo un Bayern de Múnich (3-1) que sintió en sus carnes lo complicado que es meter mano al equipo que mejor se defiende de Europa.

Lo de Mikel Arteta es de quitarse el sombrero. Superando bajas arriba, sin Gyökeres, Gabriel Jesus y Havertz, todos lesionados, y de nuevo con Mikel Merino en punta, demuestra que cuando hay una idea trabajada detrás, los nombres son lo de menos.

Pero no es que sean malos esos nombres. Zubimendi enseñó a Kimmich como lo hacía antes para dominar el partido desde el mediocentro y Mosquera emuló al mejor Gabriel Magalhaes en pareja con Saliba.

Partido casi perfecto, pues para

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