«Si un día hay una tormenta o hay ola de calor o una helada, el menú se modifica en el momento en función de lo que la tierra da ese día, o lo que tenemos en nuestra despensa». En Venta Moncalvillo, los hermanos Echapresto siguen al pie de la letra aquello que decía su madre sobre que «hay que cocinar en cada momento lo que te da la tierra». Lo explica Carlos, sumiller y una de las dos cabezas visibles de este dos estrellas Michelin en un pueblo de 60 habitantes a 20 minutos en coche de Logroño.

¿Por qué proyectos de alta cocina están eligiendo desarrollarse lejos de las grandes ciudades? «Nuestro caso es muy particular. Somos naturales de Daroca de Rioja, hijos de ganaderos y agricultores, siempre hemos vivido en nuestro pueblo y nuestra intención siempre fue vivir en el mismo». ¿Será qu

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