Escribe: Czar Gutiérrez

En principio, Norte y cuerpo celeste se despliega como una muestra que combina sensibilidad doméstica y rigor artístico al articular obra reciente de Verónica Luján y Miguel Aguirre junto a la presencia creativa del pequeño Mikel, su hijo de 4 años.

Integrando pintura, instalación, performance y objetos cotidianos, propone una entrada poco habitual al universo familiar. No apelan a la nostalgia, lo hacen desde la lucidez porque convierten lo íntimo en pensamiento visual. Y de esa manera el hogar se vuelve laboratorio, archivo en expansión y plataforma de reflexión sobre cómo las dinámicas afectivas moldean la producción artística contemporánea.

Pliegue filial

Aguirre señala que el proyecto nace del deseo de comprender “cómo la infancia reactiva una form

See Full Page