El ataque ocurrió frente a la estación de metro Farragut West, a menos de 500 metros de la Casa Blanca. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y el gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrissey, confirmaron la muerte de los militares, quienes formaban parte del despliegue ordenado por el gobierno federal en la capital.

La Policía Metropolitana detuvo a un sospechoso gravemente herido, información que también fue confirmada por el presidente Donald Trump desde Florida, donde pasa el puente de Acción de Gracias. El mandatario lamentó el hecho en su red social y aseguró que el responsable “pagará un precio muy alto”.

Tras el ataque, la Casa Blanca activó protocolos de alerta y suspendió temporalmente el acceso al complejo. Decenas de agentes y unidades de emergencia satura

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