Las inundaciones que afectan al sur de Tailandia desde hace una semana se han cobrado ya 55 muertes y han paralizado la vida cotidiana de un millón de hogares, en 10 de sus 77 provincias. En las cinco más meridionales, cercanas a Malasia, el nivel del agua continúa subiendo, mientras que en el resto ha empezado a descender. La emergencia climática ha obligado al gobierno de Bangkok a mandar a su único portaaviones, para la distribución de víveres en helicóptero.

Las lluvias torrenciales fueron del todo anormales durante tres días seguidos y el viernes la capital oficiosa del sur, Hat Yai, registró su récord de precipitaciones de los últimos 300 años, con 335 litros por metro cuadrado. Algo que ha propiciado escenas surrealistas en sus calles, con el reparto de agua y alimentos a cargo de

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