Los adultos tienen un gran sentimiento de culpa por el tiempo excesivo que pasan en las redes sociales, y en concreto en Instagram. Muchos de ellos se consideran “adictos” a la aplicación, y eso complica su capacidad para controlar el uso de esta plataforma y aumenta su malestar consigo mismos. Pero en realidad no es para tanto. Un estudio publicado en Scientific Reports concluye que el uso intensivo de Instagram no se puede calificar de “adictivo” cuando no cumple los criterios clínicos establecidos para ello. Esto es, que provoque síntomas patológicos de alteración del control, el ansia y la dependencia. Por ejemplo, un síndrome de abstinencia por falta de consumo, cambios de estado de ánimo, conflicto con otras actividades y consumo peligroso o arriesgado. Un porcentaje muy limitad
“Yo no soy adicto”: los adultos se sienten mal por usar mucho Instagram (pero no es para tanto)
La Vanguardia España4 hrs ago
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