Zhaoqing, en la provincia china de Guangdong, China, es uno de esos lugares donde la naturaleza no descansa : la humedad se instala en todo, las tormentas son rutinarias y la maleza crece con una rapidez casi coreografiada. En un entorno así, esperar que sobreviva una estructura definida del pasado es, como mínimo, improbable.

Sin embargo, en ese escenario poco prometedor, un equipo de investigadores de Shanghái y Cantón ha confirmado –según un estudio publicado en Matter and Radiation at Extremes– la existencia del cráter Jinlin, una inesperada ventana al pasado reciente de la Tierra.

Y el hallazgo es significativo: en todo el planeta solo se han identificado unos 200 cráteres de impacto confirmados, y Jinlin destaca de inmediato entre ellos.

El mayor cráter del Holoceno

No solo

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