El aire se siente distinto. Aunque está en terreno "enemigo", porque corre en un equipo francés, Franco Colapinto se deja contagiar por la argentinidad en Qatar, la tierra donde hace tres años la Scaloneta se consagró campeona del mundo. A diez kilómetros del Estadio Lusail donde Argentina le ganó a Francia la final del Mundial , el piloto de la Fórmula 1 se concentra en borrar otro recuerdo: el de su abandono del año pasado cuando Esteban Ocon, entonces piloto de Alpine , chocó su Williams y lo sacó de carrera sin completar una vuelta en el Circuito Internacional de Lusail.

Aquel día, Colapinto no llegaba en las mejores condiciones: el fuerte choque de 50G en la clasificación del GP de Las Vegas había dejado a Williams complicado de repuestos para poner en la pista un auto comp

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