La Ciudad de México fue sede de la conmemoración del 60 aniversario de la Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II.

El documento transformó la relación entre la Iglesia católica y el pueblo judío.

Refleja el amor y el acercamiento entre hermanos, la fraternidad y la convicción de que juntos logramos cosas mejores”, dijo el padre Edgar Valtierra.

Monseñor Ramón Castro y Castro, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), recordó que Nostra Aetate marcó un antes y un después en la forma de comprender al otro.

Definió la declaración como un llamo a construir puentes y no muros para que haya paz y fraternidad.

(Es) un testimonio de amor, esperanza y respeto hacia nuestros hermanos mayores”, expresó.

Por su parte, el nuncio apostólico Joseph Spiteri

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