En 1998, Honduras celebró con orgullo la finalización de una de las infraestructuras más ambiciosas de su historia: la remodelación del puente de Choluteca . Esta obra, de 484 metros de longitud y diseñada por ingenieros japoneses, se alzaba sobre el caudaloso río Choluteca, en el sur del país, como símbolo de progreso y resiliencia frente a los embates de la naturaleza.

Sin embargo, el destino reservaba una ironía inesperada a esta proeza de la ingeniería: la obra sobrevivió sin daños a uno de los huracanes más devastadores del siglo , pero perdió su sentido al convertirse en un imponente “puente a ninguna parte”.

Una maravilla moderna desafía a la naturaleza

El puente de Choluteca había sido construido entre 1935 y 1937 por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Est

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