El insomnio es uno de los trastornos del sueño más frecuentes en adultos de mediana edad y mayores en todo el mundo. Sus consecuencias no se limitan al cansancio, también afectan la memoria, el estado de ánimo y pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Para tratarlo, se usan la terapia cognitivo conductual y, en algunos casos, medicamentos de corta duración. Mantener horarios regulares y evitar estimulantes como la cafeína también es fundamental.

En ese contexto, un nuevo estudio aporta evidencia sobre una alternativa poco explorada, el taichí, una práctica mente cuerpo tradicional que podría ofrecer beneficios similares a los de la terapia convencional.

Un enfoque clásico comparado con una terapia física ancestral

El ensayo, realizado por la Universidad de Hong Kong

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