Marcado por una herida que difícilmente se borrará —quedarse fuera de la Copa del Mundo de 2026 —, Miguel Herrera volvió a México.

El estratega, conocido por su carácter explosivo y su estilo frontal, regresó al país con dolor en la mirada y su credibilidad dañada, al quedarse a un paso de vivir su segunda experiencia en un Mundial .

Con la palabra "fracaso" todavía rondando su cabeza, el extécnico del América compartió su sentir tras una difícil eliminatoria de Concacaf , en la que partía como favorito al no incluir a los tres gigantes habituales — México, Estados Unidos y Canadá —.

"Es un fracaso, hay que asumirlo y afrontarlo. Íbamos con mucha ilusión y regresamos tristes. No pudimos cumplirle a un gran país que estaba con la ilusión de ir al Mundial. El hambre de volver a

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