Buena parte de nuestras vidas ocurre dentro del hogar. Cocinamos, compartimos tiempo en familia, dormimos e incluso, en estos últimos tiempos, trabajamos bajo el mismo techo.

Sin embargo, la casa no siempre es tan segura como creemos. En el aire, el agua, los utensilios de la cocina y los productos de limpieza pueden existir sustancias que afectan la salud con el tiempo, especialmente en niños, personas con condiciones respiratorias y adultos mayores.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) advierte que la contaminación del aire interior puede ser de 2 a 5 veces mayor que la del exterior, incluso más en algunos casos:

Estas sustancias son invisibles, pero están presentes en objetos cotidianos. Pero no todas son malas noticias. Si hacemos pequeños cambios, podemos re

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