Así lo advierten especialistas citados por The Washington Post, quienes señalan que una comida demasiado abundante puede desencadenar un ataque cardíaco de manera similar a los episodios de estrés extremo o al ejercicio físico extenuante.
De acuerdo con los expertos, las comidas ricas en grasas vuelven la sangre más propensa a coagularse, lo que incrementa el riesgo de sufrir un infarto horas después de la ingesta. “Estas son cosas que se combinan para que, unas horas después, ocurra un ataque cardíaco”, explicó el cardiólogo Kopecky.
La evidencia científica respalda esta advertencia. Un estudio presentado en el año 2000, durante una conferencia de la American Heart Association, reveló que consumir una comida inusualmente pesada puede cuadruplicar el riesgo de infarto en las dos horas po

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