El reciente escándalo por los presuntos nexos entre altos oficiales y funcionarios de inteligencia con las disidencias de alias ‘Calarcá’ encendió las alarmas sobre el deterioro en los organismos de seguridad del Estado y motivó una investigación disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación, al tiempo que la Fundación Ideas para la Paz (FIP) expuso seis fallas estructurales que hoy ponen en riesgo la estabilidad institucional y la lucha contra el crimen organizado en el país.

La crisis tocó fondo con la apertura de una indagación preliminar contra el brigadier general Juan Miguel Huertas Herrera y contra Wilmar Mejía, funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), a quienes el Ministerio Público vinculó formalmente para esclarecer su participación en planes ilegales.

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