La Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones ha decidido reabrir la investigación sobre el homicidio de Diego Fernández, quien desapareció en 1984. Esta decisión afecta directamente a Cristian Graf, ex compañero de escuela de la víctima, cuyo sobreseimiento había sido dictado en octubre. Los restos de Fernández fueron encontrados en mayo bajo la casa de la familia Graf, en el barrio porteño de Coghlan.

Los jueces Ignacio Rodríguez Varela, Julio Lucini y Hernán López cuestionaron las explicaciones de Graf tras el hallazgo de los restos. En su resolución, los magistrados anularon el sobreseimiento y ordenaron una nueva indagatoria. El caso será enviado nuevamente al fiscal Martín López Perrando para continuar con la investigación.

Los jueces señalaron que Graf había realizado maniobras para encubrir el hecho, incluyendo explicaciones “inverosímiles” sobre la presencia de una iglesia o un camión que habría transportado tierra con huesos. Además, se mencionaron conductas “contradictorias y evasivas” ante testigos, así como la falta de colaboración con las autoridades tras el descubrimiento de los restos.

El juez Lucini destacó la relación entre Fernández y Graf, afirmando que ambos eran compañeros de colegio. “No hay posibilidad de desvincular, a esta altura, al nombrado del homicidio”, afirmó. La familia de la víctima, representada por su hermano Javier, había solicitado la revocación del sobreseimiento, expresando su deseo de que “la verdad salga a la luz”.

El juez Alejandro Litvack había sobreseído a Graf al considerar que la acción penal estaba prescripta, pero la Cámara consideró que esta decisión carecía de razonabilidad. Rodríguez Varela subrayó que el proceso había sido precipitado y que era necesario remediar esta situación, lo que ha llevado a la reapertura del caso y a la búsqueda de justicia tras más de cuatro décadas.