Un ejemplar de yarará Grande. Fotos: gentileza Agustina Barrutieta
La presencia de serpientes en la zona serrana de nuestra región siempre ha sido motivo de temores, supuestos e historias -algunas más ciertas que otras- que han ido pasando de generación en generación, alimentando a veces una fobia generalizada y sin mucha razón.
Es cierto, si se recuerda que una víbora fue el primer gran villano universal, posiblemente sea más entendible que a lo largo de los años haya existido una aversión casi natural por esta especie. Luego, la literatura y las pantallas de televisión y cine se encargaron de engrandecer aún más ese sentimiento, transformándolo muchas veces en terror.
Y eso, lamentablemente, en demasiadas ocasiones termina convirtiéndose en falsa información. Se los muestra y concibe

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