Por Guadalupe Juárez
Salvador se pone las pantuflas, aún en pijama despide a su esposa con un beso y comienza a acomodar la casa de campaña donde duermen desde hace un par de semanas, en el camellón frente al Hospital para el Niño Poblano.
Relata que vienen desde Palmarito Tochapan, en Quecholac. Son campesinos y llegaron a Puebla el 22 de noviembre porque su bebé recién nacida enfermó y fue operada hace apenas una semana. Con pocos ingresos, la única opción que encontraron para dormir fue comprar una casa de campaña en un supermercado y permanecer ahí junto a otras seis familias en la misma situación.
Aunque existen dos albergues cercanos, la mayoría están llenos y muchos prefieren quedarse en el camellón, donde enfrentan hambre y frío. Bajo los árboles, hay otras tres casas de campaña

Puebla Contrareplica

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