EL NUEVO SIGLO: ¿Qué los llevó a concluir que las Directrices Ambientales representan un riesgo para la región y sus principales proyectos de infraestructura?

María Carolina Castillo: Proteger la Sabana es un consenso regional, lo que nos preocupa es la forma y el alcance del nuevo régimen ambiental. Las Directrices introducen determinantes de superior jerarquía de aplicación inmediata, sin transición técnica y sin un procedimiento claro para evaluar compatibilidad con los usos y vocaciones del suelo.

Eso implica que proyectos estratégicos como la ampliación de Autonorte, el Metro, el Regiotram o la Troncal 13 tendrían que demostrar nuevamente su viabilidad ambiental, aun cuando muchos ya cuentan con licencias, diseños avanzados o incluso contratos en ejecución.

Esa combinac

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