La madrugada del 2 de diciembre de 1994 marcó el final de uno de los cruceros más desafortunados del siglo XX. Envuelto en un incendio que comenzó en la sala de máquinas mientras navegaba rumbo a Sudáfrica, el Achille Lauro , que pasó a la historia como el “barco maldito”, ardió durante horas hasta hundirse en las aguas del océano Índico, frente a la costa de Somalia . A bordo viajaban 979 personas, que fueron testigos de cómo un estallido en uno de los componentes de un motor y la filtración de aceite al sistema de escape desataron un fuego imposible de contener. Mangueras, baldes de piscina, órdenes a los gritos: nada logró frenar las llamas.
El plan de evacuación activado apenas sonaron las alarmas, permitió que la mayoría de los pasajeros y tripulantes abandonaran el b

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