La denuncia acusa a NASCAR y a su director ejecutivo, Jim France, de mantener un control excesivo sobre el deporte, favoreciendo sus propios intereses en detrimento de equipos, pilotos, patrocinadores, socios comerciales e incluso de los aficionados. Jordan —copropietario del equipo 23XI Racing — presentó la demanda junto con Front Row Motorsports el año pasado, después de negarse a aceptar los nuevos contratos propuestos por la serie.

Los equipos alegan que la organización ha incurrido en prácticas anticompetitivas, entre ellas adquirir la mayoría de los principales circuitos para asegurar la exclusividad de sus carreras, imponer restricciones de uso a dichas pistas, comprar competidores como ARCA e impedir que los equipos participen en otras competencias de stock cars. También s

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