Los eventos deportivos de escala global requieren estrategias de seguridad superiores. De acuerdo con datos del International Centre for Sport Security (ICSS) , los grandes eventos internacionales pueden atraer hasta un 40% más de amenazas potenciales que un evento masivo convencional, debido al incremento de visitantes, exposición mediática y concentración de infraestructura crítica.

Asimismo, la Interpol advierte que, en torneos de alcance mundial, los riesgos más comunes incluyen terrorismo, ciberataques, disturbios, manipulación de multitudes y delitos transnacionales; amenazas que aumentan entre 20% y 30% durante periodos previos a la competencia.

En Brasil 2014, por ejemplo, se desplegaron más de 150 mil agentes federales y estatales para garantizar la seguridad

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