Un niño de 10 años murió decapitado en el tobogán de agua más alto del mundo. Caleb Schwab, el chico en cuestión, falleció en agosto de 2016 de manera espantosa tras subir a la atracción "Verrückt" de un parque acuático ubicado en Kansas, Estados Unidos.

La familia Schwab, que estaba pasando una jornada de vacaciones de verano a pura risa, terminó en desgracia. “Nunca pensamos que ese día no tendría regreso . Lo que debía ser una jornada de felicidad terminó en algo que ninguna familia debería experimentar jamás”, expresaron.

El niño, hijo del legislador estadounidense Scott Schwab, murió en la atracción acuática más alta y veloz del mundo, con ni más ni menos que 51 metros de altura en caída libre , en la atracción llamada Verrückt, que significa “loco” en alemán.

La cantidad de me

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