Desde la confirmación del segundo bombardeo naval en aguas del Caribe y la posterior actualización en el número de víctimas mortales, la política impulsada por la Casa Blanca ha mostrado una tendencia definida hacia la intensificación del uso de la fuerza letal en la llamada guerra contra el narcotráfico marítimo. Según informó la fuente original, la cifra de fallecidos alcanzó a 82 personas en el marco de veintiún intervenciones ejecutadas recientemente sobre rutas identificadas como prioritarias para el tráfico internacional de drogas hacia Estados Unidos. La estrategia adoptada permite a oficiales navales un margen operativo amplio para realizar ataques si persiste lo que consideran una amenaza, sin requerir plena confirmación de la identidad de quienes se encuentran a bordo de las emba

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