La desaceleración del consumo golpeó de lleno a una de las mayores empresas alimenticias del país. Mondelez, dueña de marcas emblemáticas como Milka, Oreo, Pepitos y Beldent, confirmó un freno productivo inusual en su planta de General Pacheco y avanza con un reordenamiento operativo para administrar un nivel de stock que supera holgadamente el promedio histórico.

La decisión, que refleja un deterioro que la compañía ya venía señalando desde mediados de año, incluye el paralización parcial de líneas en diciembre, adelanto de vacaciones, reducción de relevos, readecuación de turnos y un menor uso de su capacidad instalada. Este movimiento resulta particularmente significativo en un mes que tradicionalmente traccionaba las ventas por las fiestas.

El impacto en números y plantas

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