La mañana del domingo 23 de noviembre, Irma Gamboa, de 70 años, fue encontrada sin vida, bocarriba en el comedor de su casa, con huellas de golpes en todo el rostro y cabeza, víctima de la codicia.

La falta de perspectiva de una mente joven pero ya cansada la llevó a la muerte, y llevó a su presunto feminicida al descuido, a ser atrapado.

Paulino Lizandro C. L., de 18 años, es hijo de una antigua trabajadora del hogar de Irma. Él a veces iba a hacerle trabajos de limpieza, siguiendo el oficio que le había provisto una vida.

La noche del 22 de noviembre y madrugada del 23, Paulino pasó la última noche en la casa 7594 de Cerro de las Campanas, en Rincones de San Marcos, la casa de Irma, luego de presuntamente atacarla con un arma blanca y a golpes para quedarse con su coche, un Volkswagen

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